¡Hola! Si ayer os dejaba una entrada exponiendo los distintos tipos de editoriales, hoy comienzo a publicar una serie de entradas con la opinión de diferentes escritores sobre su experiencia en los diferentes métodos.
Hoy os traigo la opinión de tres autoras que nos hablan de su experiencia. También comentaros que en estas entradas hay algunas personas que se han "mojado" más que otras.
Elena Castillo Castro, autora de Baile de luciérnagas, Un columpio a las estrellas y Mientras el corazón siga latiendo.
Sobre el tema de la autopublicación yo nunca me lo planteé. Por otro lado, la coedición me parece una estafa.
Mi pensamiento al decidirme publicar fue: primero voy a intentarlo con las editoriales grandes, luego con las medianas y luego con las pequeñas… y si ninguna contesta, ya pensaré un plan B.
Tuve la suerte de que me contestara Ediciones Kiwi con el primer manuscrito con el que lo intenté en este mundillo literario.
Adriana Criado, autora de Rastreadores de dragones y Éxtasis. (18 años)
En mi opinión tanto la autopublicación como la coedición son salidas para todos los autores noveles. Las grandes editoriales casi nunca (por no decir nunca) nos dan la oportunidad de presentar nuestros proyectos para poder publicarnos.
Por eso casi todos acudimos a la coedición, o si no a la autopublicación, porque es la salida más sencilla para que nuestros trabajos vean la luz. Y digo sencilla no porque lo sea, sino porque siempre suele haber un hueco para todos.Sin embargo, el proceso no es fácil. Tenemos que encargarnos nosotros de la corrección del libro y eso justamente es lo que más necesitaríamos que nos revisaran profesionales. Luego está el tema de la distribución y venta del libro una vez publicado. El precio de venta al público suele ser carísimo (por coedición), ya que ese dinero es el que se utiliza para pagar los costes. Por tanto los libros habitualmente son bajo demanda, y eso hace que la gente se eche para atrás a la hora de comprarlos.
Sinceramente yo pienso que las grandes editoriales deberían poner más empeño en los jóvenes. Somos su futuro, no parecen darse cuenta. Mientras tanto, tendremos que labrarnos nuestro día a día nosotros mismos.
Alba Navalón o Shirin Klaus, autora de Damas de la luz, Follaamigos, Luces, cámara ¡corazón! y Como tú quieras llamarme #1 y #2.
Hace unos años, autopublicarse estaba muy mal visto pues se consideraba que quien lo hacía era porque no había pasado el filtro de las editoriales y, por lo tanto, su obra no podía ser buena. Ahora por suerte la cosa ha cambiado (y sigue cambiando) y aquellos que apuestan por autoeditar sus propios libros no lo hacen solo porque las editoriales no les hayan dado una oportunidad sino que también hay muchas personas que directamente apuestan por ir a su aire.
Y es que eso es lo que ofrece la autoedición: ir a tu aire.
Yo tengo un poco de experiencia tanto en la edición tradicional como en la autopublicación y cada una ofrece sus ventajas e inconvenientes.
Hay quien me ha preguntado que por qué autopublico si hay editoriales interesadas en lo que escribo, y he de admitir que en gran parte lo hago porque soy una impaciente y hay historias que necesito compartir con la gente.
Pero no voy a mentir, autopublico pero también apuesto por la edición tradicional. Tengo algunas novelas que están siendo evaluadas para su posible publicación con una editorial. Contar detrás con una editorial, siempre que esta haga bien su trabajo, es algo que gusta a cualquier escritor. Lo realmente difícil es dar con esa editorial que no solo decida publicarte una obra sino también apostar por ti y mover tu novela.
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